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Cuántos años tenía la Sultana Hurrem

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Sultana Hürrem murió en 1558 a la edad de 55 años. Fue sepultada en un mausoleo que el sultán ordenó crear al lado de su mausoleo en la parte posterior de su mezquita en Estambul. Ocho años después, Suleiman asimismo murió, según varios, de mal por la pérdida de su querida.

El sultán Suleiman, popular como el «Grande», fue entre los sultanes mucho más esenciales y poderosos del periodo otomano, un periodo que duró 600 años. Leer mucho más

El comienzo de la caída del Imperio

A lo largo de su corto reinado, el Imperio experimentó cierto nivel de caída puesto que Selim no ha podido realizar los tratados que ya están o hacer otros nuevos. El enorme contraste entre padre y también hijo resaltó el defecto primordial de los sistemas dinásticos, que es que no garantizan ni la idoneidad ni la rivalidad. En último término, solo los sistemas que dejen a la gente ejercer la compromiso en función de su mérito, aptitud y rivalidad tienen la posibilidad de lograr que las sociedades prosperen. La era que llegó a conocerse como el «Sultanato de la Mujer» estuvo marcada por una sucesión de mandatarios mentalmente inútiles o menores para gobernar. Vacío que cubrió a las mamás y esposas de los sultanes, tal como a los enormes visires.

Selim II murió el 15 de diciembre de 1574 como consecuencia de una convulsión cerebral que había sufrido como consecuencia de una caída. Se rumorea que entró en un hammam y se resbaló en el mármol mojado mientras que perseguía borracho a una de sus concubinas. Sea cierto o no, es verdad que murió de un golpe en la cabeza en el momento en que resbaló en un hammam en construcción y se golpeó la cabeza contra el duro mármol. Fue sepultado en una tumba en Hagia Sophia en Estambul.

Hürrem Haseki: la esclava que se transformó en sultana.

Aleksandra Lisowska era únicamente una pequeña en el momento en que fue raptada por los tártaros a inicios del siglo XVI y echada de su localidad natal en el Reino de Polonia con la intención de venderla como esclava al Palacio de Crimea. No obstante, su impresionante pelo colorado aumentó su valor y la transformó en un digno obsequio para el harén de Selim I en Estambul. Era irrealizable para esta pequeña, nacida y criada en un planeta donde era tratada como moneda de cambio entre guerras y enfrentamientos políticos, siquiera imaginar que pasaría a la historia como la primera esclava y la sultana mucho más vigorosa de todo el mundo otomano. se volvería rico.

Lisowska medró en el harén de Estambul cercada de otras pequeñas y esclavas. De la misma ellos, la mayor parte procedían de ámbitos no musulmanes y precisaban ser educados en la etiqueta, las artes y los principios del Islam para lograr ser útil apropiadamente al sultán. Aleksandra Lisowska dejó atrás su cultura y una gran parte de su identidad y se realizó famosa en el harén por su nombre otomano Hürrem. Tras la desaparición de Selim I, su hijo Suleiman, llamado el Magnífico, ascendió al trono y en escaso tiempo transformó a Hürrem en uno de sus preferidos. El estatus de una mujer en el palacio dependía de forma directa de su relación con el sultán. En otras expresiones, la única forma de que las concubinas asegurasen protección para toda la vida era por medio de la maternidad. Todas y cada una de las fuentes coinciden en que Hürrem era una mujer muy capaz y lo sabía realmente bien y jugaba bien las escasas cartas que tenía para romper años de tradición que sostenía a las concubinas en una situación insuficiente y de este modo su situación y la seguridad de sus hijos. Hürrem fue vanguardista en varias cosas, se le dejó ofrecer a luz a mucho más de un hijo, una enorme violación del principio clásico otomano: “Una concubina, un hijo”, cuya función era achicar la predominación de la madre sobre el sultán. y eludir los fratricidios entre hermanos. Y su segundo hijo Van II (el primero fue ejecutado) sucedió a su padre como sultán del imperio. Asimismo fue la primera concubina que continuó en la corte del sultán toda su historia, sin tener en consideración la regla de que los secuaces solo podían mantenerse en el harén hasta el momento en que sus hijos alcanzaran la mayor parte de edad. Continuó en el harén y cuidó de su hijo discapacitado, Cihangir, aun una vez que sus otros hijos se fuesen a gobernar otras provincias del imperio. Cerca de 1528, Suleiman y Hürrem se casaron, y Hürrem se transformó en la primera sultana en recibir el título de Haseki Sultan (semejante al estatus de emperatriz consorte en Europa), rompiendo de nuevo con otro gobierno otomano de sobra de 200 años. a quien los sultanes no podían casarse con sus preferidos. De esta forma empezó un periodo de precisamente 130 años popular como el Sultanato de las Mujeres, en referencia al enorme poder sin precedentes del que gozaban las consortes otomanas a lo largo de este periodo. El jalón de Hurrem Sultan reside no solo en conseguir un enorme poder, sino más bien en algo aún más esencial que absolutamente nadie (salvo el Sultán) podría sacarle. Insultarla se consideraba un insulto al propio sultán, con lo que no la madre Sultana Hafsa podía menospreciarla. Como cualquier cónyuge de un gobernante musulmán, no desempeñó ninguna función pública oficial, pero merced a su sabiduría él actuó como su primordial asesor y tuvo enorme predominación en la política exterior y también en todo el mundo.

¿Por qué razón el matrimonio y tener varios hijos hacían particular a Hurrem Sultan?

Antes de Hurrem, un convenio llamado «Sultanato de la Mujer» impedía que el sultán se casase y nombrara mujer. En cambio, las preciosas mujeres del reino fueron alojadas en el harén del sultán y se las llamó «concubinas», lo que las transformó en mamás potenciales para los hijos del sultán. La razón oficial fue que muchas mujeres no podían tener hijos hombres a lo largo de su historia. En consecuencia, el propósito de este acuerdo era eludir que el sultán “se comprometiese” con solo una mujer. En cambio, la iniciativa era que cada concubina debería tener como máximo un hijo, y que los equipos de madre y también hijo competirían por el sultanato tras la desaparición del sultanato de hoy, siendo la madre del sultán la segunda persona mucho más vigorosa del reino tras el sultán. él mismo. Sultán. Por poner un ejemplo, Suleiman solo tuvo un hijo sobreviviente, Mustafa, de una mujer previo, Mahidevran.

Como se relata en el primer parágrafo, la regla ahora se había «resuelto» en pos de una mujer llamada Ayesa, que se casó «de a poco» primero con el hermano del Sultán y después con nuestro Sultán. Pero fue Suleiman quien por último derogó la regla.

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