Cómo guardar partida en The Curse of Monkey Island
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1990 fue un enorme año: The Eighties Are Over ( (Salvo para los que todavía aseguran que las décadas van de la 01 a la 01). The Fresh Prince se transmite en USA y se estrena con «The Adventures of the Ford Fairlane». En España no faltamos y nuestros ojos preadolescentes se alumbran con las primeras emisiones en este país de Primos lejanos, Humor amarillo, Twin Peaks y No te rías, lo que es peor.
Mientras que los límites de la verdad tremen con tanta interacción impactante, las deidades que rigen nuestro cosmos tuvieron que llegar, sacando las energías que se desbordaron entre los pliegues de la materia y fusionándolas en solo una creación, estabilizando los cimientos mismos de la creación.
Es de este modo como El Misterio de la Isla de los Monos ve la luz del día.
Tal y como si socorrer el cosmos tuviese poco mérito con su nacimiento, TSOMI tiene el honor de ser de las mejores aventuras gráficas de siempre, donde la pluralidad, singularidad y contrariedad de los rompecabezas solo son superados por el agudo y demasiado capaz sentido del humor. que abunda en todos y cada aspecto del juego. Como conclusión, el personaje principal es probablemente el personaje ficcional mucho más atractivo y habitual de siempre: Guybrush Threepwood. Un enorme ejemplo de de qué manera la única forma válida era utilizar el talento y trabajar en la otra sección que no se ha prestado mucha atención recientemente en el momento en que no había máquinas que coincidiesen con los criterios de los players con gráficos increíbles y luz y partículas excelentes. efectos nubosos. Sabes que el juego es entretenido.
El resto es historia. A «El misterio de la isla de los monos» le prosiguió un año después «La isla de los monos 2: La venganza de LeChuck» y en 1997 la última una parte de la década: «La maldición de la isla de los monos».
Y después este año, en el momento en que todos y cada uno de los entusiastas ahora han proclamado fallecida y sepultada la saga, se comunica la 4ª parte ((Sí, cuarta, no hay otra Isla de los Monos tras La Maldición de la Isla de los Monos, de la misma no hay Isla de los Monos – Película da Dragonball, ¿verdad?)) Semejantes of Monkey Island. Sus programadores son TellTale Games, compañía establecida por ex- usados de LucasArts responsable del revival de otra enorme aventura de su temporada, Sam & Max: Hit The Road, y autores de otras aventuras, siempre y en todo momento fundamentadas en franquicias ahora afianzadas como Bone o Wallace. apoyado en Gromit.
Dicho todo lo mencionado, es hora de ponerse manos a la obra: Semejantes of Monkey Island se arroja en formato episódico, que se compone de cinco episodios. Aquí podemos encontrar el primer obstáculo: da igual que adquieras el juego terminado, siempre y en todo momento vas a encontrar cinco capítulos independientes y separados entre sí. Esto quiere decir que poseemos cinco iconos en el escritorio y que la narración general padece un tanto en tanto que cada capítulo tiene su prólogo, Comienzo ((El segundo capítulo está antecedido por un comprendio del capítulo previo por Voodoo Lady.)), Nudos y resolución, incluyendo los instantes de suspenso.
Continuando con los datos poco contundentes, el sistema de control de Guybrush se sintió espantoso al comienzo, en tanto que debía sostener presionado el botón izquierdo del mouse y después indicar en la dirección donde deseaba empujarlo. No obstante, mis temores se desvanecieron en el momento en que verifiqué alegremente que el teclado es una manera simple de supervisar a nuestro pirata preferido y entrar al nuevo inventario de manera rápida y cómoda. En él vamos a poder investigar las cosas que hemos robado y recogido, y asimismo vamos a poder conjuntar 2 elementos (en ocasiones exactamente en el instante y sitio correctos) para hacer novedosas cosillas que nos van a hacer seguir en nuestra aventura.
Toda el diseño de usuario fué sustituida y simplificada al estilo de las novedosas aventuras de apuntar y clickear ((¿soy el único en el que apuntar y clickear suena como un juego amigable para pequeños en edad anterior a la escuela?)), en este momento no existe ninguna acción que tengamos la posibilidad seleccionar. En el momento en que hacemos click sobre un elemento o un factor del grupo, Guybrush nos ofrece una descripción o, si es viable, efectúa una acción correcta al instante, así sea agarrar el objeto, abrir la puerta o girar una manivela, por poner ciertos ejemplos. Así, el juego es considerablemente más simple y, en consecuencia, alcanzable para todo el mundo cuyo currículo de juegos para videoconsolas no empieze con Maniac Mansion y Loom.
Los interrogantes en sí, si bien no son simples, son considerablemente más simples que en las aventuras precedentes de Threepwood ((recuerdo padecer como una perra en el momento en que hallé el alfiler en la mesa en la cabaña de LeChuck en el primer Monkey Island).) y no le molesta . Va a ser bien difícil para el jugador experimentado encadenar resoluciones sin comerse la cabeza bastante. Esta falta de contrariedad es especialmente destacable en el primer capítulo, y un tanto asimismo en el segundo, donde hay mucho más énfasis en enseñar a los individuos y sentar las bases para la historia que próximamente se desarrollará.
Al final, cabe nombrar los gráficos y las animaciones del juego. La realidad, siendo una Isla de los Monos, no deberíamos estar preocupados bastante por el aspecto técnico, pero desgraciadamente los chicos de TellTale Games decidieron ofrecerle mucha relevancia al humor físico y la gestualidad de los individuos, y ese es el punto. El bajo nivel de Los gráficos en Semejantes nos incordian. de la isla de los monos. No es bien difícil ver lo que los individuos procuran trasmitir, pero lamentablemente debemos realizar bastante para estimar que el nivel de sus animaciones es bastante.
Se puede decir sin dudas que Semejantes of Monkey Island no consigue de ninguna forma el nivel de ámbas primeras unas partes de la saga. Además de esto, hasta este punto, Semejantes of Monkey Island es otro fracaso en el sentido de Escape of Monkey Island. Y, no obstante, solamente lejos de la verdad.
La historia general de Semejantes of Monkey Island, pese a su naturaleza episódica, es increíblemente exitosa y amena. Tiene un aroma épico realmente bien logrado, bastante humor e inclusive un contrapunto dramático que en lo personal me pareció muy emotivo. Los individuos son tratados con lealtad y cariño y tanto los personajes principales como los secundarios son cuidados de tal manera que todos son entretenidos y por lo menos viven su instante de gloria. Los puzzles, si bien no son bien difíciles, son auténticos y proponen un desafío atrayente. La letra de Grossman y la predominación de Ron Gilbert en ella son palpables; En el momento en que creemos que todo está hecho, el juego logra ofrecer un nuevo giro a la situación, dando rincón a veces a instantes totalmente hilarantes.
El diálogo da mucho más de una risa (o 2) y a pesar de que los individuos no están tan bien animados como nos agradaría, el estilo de dibujos animados se amolda realmente bien tanto a ellos como a las áreas. Y si no fuese por las malas animaciones, aun podríamos habernos tragado que se veía de este modo a propósito. Guybrush no solo es simple de utilizar, sino el encuadre y los movimientos de la cámara son estéticos, lo que nos deja ver precisamente lo que se precisa en todo instante y arrimar y espantar el zoom en el momento en que sea preciso.
Todo en Semejantes of Monkey Island destila optimismo y buen rollo, en especial el excelente doblaje (en especial inglés, naturalmente, como todas y cada una de las letras del juego). El único «pero» que afirmaré es Elaine Marley, que por instantes semeja mucho más la madre de Guybrush que la ladina caribeña de la que se enamoró en la primera distribución. No obstante, ella es un pequeño «pero» puesto que la aventura es de nuevo la gobernadora que todos conocemos y amamos.
Se aprecia que el juego fue creado por gente a la que le chifla Monkey Island. Las referencias a otras aventuras están habilidosamente fabricadas y prosiguen en los diálogos. Se reflejan especialmente en Morgan LeFlay, un personaje que no solo es un eje fantástico de la aventura, sino más bien asimismo un guiño a todos y cada uno de los que medramos oyendo las aventuras de Guybrush Threepwood: Mighty Pirate.
Al fin y al cabo, Semejantes of Monkey Island no es tan bueno como ámbas primeras unas partes de la saga, pero es un juego cien% divertido que atrapa la esencia de Monkey Island sin pervertirla ni abusar de ella. Merece la pena jugar la demo a sabiendas de que la curva de contrariedad y diversión prosigue incrementando desde el primero hasta el último capítulo. No obstante, asimismo ten presente que es un juego considerablemente más fácil de lo que nos encontramos familiarizados esos de nosotros que jugamos Day of Tentacle o el primer Sam & Max ((Ese fue un juego de FUCKING real.)).
Gracias a la carencia de precaución que los chicos de TellTale Games pusieron en el juego (de todos modos el juego hubiese ganado varios números con buenos gráficos), desgraciadamente no puedo ofrecerle una calificación mucho más alta, pero quién sabe, quizás esto sea el paso inicial hacia una secuela que verdaderamente está a la altura de los auténticos.