Cómo apagar una vela sin humo
La mejor forma de apagar la candela es sumergir resumidamente la mecha en la cera líquida o usar un capuchón de extinción como se expone en la imagen. Esto sencillamente suprime el oxígeno de la llama e impide que el humo, el hollín y las migas de brasas vuelen.
1. Recortar la mecha al prender por vez primera. Varias personas aseguran que recortar la mecha la primera oportunidad que prende una candela provoca que la candela se queme de forma dispar; No obstante, la mayor parte de los que saben piensan que cuanto mucho más al ras está, mejor se quema y menos dañina es la llama. Para la próxima vez que lo prenda, asimismo puede recortarlo un tanto para eludir que genere humo negro.
2 – Sofocar la llama
Otra forma muy simple de liberarse de la llama es sofocar la llama. Asimismo puedes ponerle una tapa para cerrar la llama. Muchas de los cirios perfumadas que se venden hoy día vienen en frascos con tapas a juego. Entonces, siempre y cuando tenga la gorra con usted, todo cuanto debe llevar a cabo es ponérsela.
Solo colocale la tapa al frasco; No se necesita cierre a presión o forzado. Solo déjalo delicadamente y déjalo ser; La candela se cierra al aire nuevo y la llama consume el oxígeno que se encuentra en el vaso y por último se apaga.
¿De qué manera huele la candela?
Dicen los especialistas que el perfume de una aceptable candela es fantástico pero no abrumador. En un producto de The New York Times, Steven Kurutz usó una analogía muy visual: “Si compras una candela económica, el fragancia a manzana o manzana es bastante fuerte. Es como un baño de campo de aviación.”
O sea, los cirios pequeñas con mechas mucho más cortas duran mucho más que los cirios enormes con mechas largas; entonces una candela pequeña puede abrasar de 7 a 9 horas por 0.3L de cera (onza), al paso que una grande por 0.3L de cera (onza) tarda de 5 a 7 horas en apagarse…
¿Qué requerimos?
- Candelas
- Un mechero
- cien ml de vinagre
- 1/2 cucharada de bicarbonato de sodio
- 2 vasos enormes con transparencia
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Primeramente, encendamos los cirios y las separamos, ¡de manera cuidadosa de no abrasar nada!